Wednesday, December 29, 2010

Fin de temporada

Ésta es una hora pésima, una de las peores del día. Junto con las siete\ocho de la tarde, que también son hostiles a la inspiración, al desahogo y a las erecciones. Son las malditas horas del parchís y la mesa camilla, de las películas sobre mujeres maltratadas y del olor a tierra de las macetas. Pero ¿Quién no ha tenido días enteros, semanas formadas por esas horas? En casa de la abuela difunta, viendo atardecer a través de las balconeras. Sintiendo como cruje la espalda con el peso de la mano de la muerte.
Se preguntan los perfectos porqué no pongo lámparas en el salón, manteles sobre las mesas, ¿Por qué no escondo los cables, archivo las historias, cambio al gato de nombre y cocino para dos? Para no llamar la atención de esas horas perdidas, es peor que aburguesarse, es enrocarse entre los muebles.
Como suave se mojan tus labios del Infierno, como recorro el camino tan corto de la autocompasión a la lujuria, estaré sentado delante de un vaso lleno de borrones (Eso me parecerán, ciego de imprudencia) y me dará igual que el mundo esté llenas de horas como ésas, acechantes. Ya me dijo un enemigo, hace tiempo, que no soy carne del Hogar del Jubilado. Morirás cada vez más joven.
Hasta el próximo año, si toca.

Tuesday, December 21, 2010

Me equivoqué

Me alegro de haberme equivocado.

PSOE dimisión.

Monday, December 20, 2010

Después de Sinde

Mañana se decide si seguimos siendo libres.

De nada servirá manifestarse, enviar cartas, pintar fachadas, agitar banderas, ponerse caretas de V de Vendetta, de Zapatero o de Hitler. De nada servirá pedirlo educadamente como Punset o ser agresivos como cualquiera de los grupos que en Facebook trabajan por hacerse oír. Pocas cosas son efectivas contra el dinero, salvo más dinero.

En este blog no hay (Al menos conscientemente) contenidos que pertenezcan a otros autores. Todo lo hago yo sólo. Tampoco es que tenga tanto mérito, dados los resultados. Pero aunque mis palabras no sigan el mismo orden en que otros las escribieron o pueda parecer original en algún momento, quien aquí escribe es un miserable copión y vulnera todos los días la propiedad intelectual ajena, tal y como estos intelectuales a sueldo del Estado la definen.
Porque he leído y he visto películas, y he reflexionado siguiendo los mismos cauces. Y me he recreado en las leyendas colectivas, los universales. Porque cuando he hablado sobre un personaje, lo hice desde la memoria de otros muchos. Porque no fui el primero en tratar del amor, de la muerte, del sadismo o de la euforia. Como antes que Rabelais existió Luciano de Samósata y mucho después los Monty Python o incluso Eduardo Mendoza.
Los límites de la originalidad, lo que se considera nuevo, son menos que difusos. Son imposibles. Y sobre un imposible alguien ha puesto una bandera y quiere cobrar porque te pongas a su sombra.
Y no, no cabe duda de que el primer paso está dado hacia la censura. Como Franco. Igual, sólo falta la pena de muerte aunque a la libertad ya la estén torturando.

Pero este post no trata sobre lo que todos asumimos como inevitable. Quiero hablar de lo que sucederá después de Sinde, después de mañana.
Sí, es previsible que las páginas de las que nos hemos nutrido, que han expandido nuestra imaginación, matado nuestro tiempo y hecho que descubramos nuevas perversiones serán cerradas. Empezarán por las más notorias, tan fáciles de localizar a través de los buscadores. Y cuando hayan terminado con la primera página de resultados, comenzarán con la segunda.
Pero la Ley, aparte de fascista, es tan estúpida como todo lo que esta gente hace, y deja unos agujeros enormes para disfrutar del fraude.
Sin tratar del proyecto de encriptación que algunos programadores quieren desarrollar, por desconocerlo yo casi todo sobre el mismo, conviene preguntarse cómo es posible que, a pesar de las Leyes compartidas por una amplia mayoría de países, haya webs que se encarguen de difundir contenidos claramente ilegales (Ilegales de verdad, como la pedofilia o el vídeo en que a Pedro J. una negra lo pone mirando a Cuenca) La razón está en que nadie puede ponerle diques al mar.
¿Quitan las webs de enlaces? Antes se usaban los buscadores del E-Mule. ¿Quitan el E-Mule? Se abrirá un canal en el IRC con posibilidad de transmisión de ficheros. ¿Nos cierran los canales? Un sistema de correo electrónico podría resultar engorroso, pero en cuanto sea necesario no me cabe duda de que se perfeccionará. Y no podrán dejar de controlar esto si no es echando abajo Internet entero, y ahí será cuando acaben mordiendo mucho más de lo que pueden tragar.
Y, antes que todo eso, ¿Qué sucede si descargas desde una página extranjera? Nada. No pueden cerrar páginas de otros países, y no podrán tampoco restringir el acceso sin la connivencia de los proveedores de servicios, que no van a dejar que su negocio se muera por estos zombies políticos.

Después de Sinde hay vida, la nuestra. Aunque es de esperar que no vaya a ser tan sencillo compartir el conocimiento a partir de ahora y estos intentos de quemar la Biblioteca de Alejandría por segunda vez harán mucho daño. Lo que cualquiera que no tenga el cerebro taladrado por ideologías y el miedo a la resurrección de antiguos dictadores ve es que nuestro Gobierno es enemigo de los intereses de sus ciudadanos y los próximos resultados en las urnas no deberían dejar espacio a la ambigüedad o a las dobles lecturas.
Para que la izquierda moderada viva, el PSOE debe morir.

No tires tu voto a la basura, hay alternativas.

Sunday, December 19, 2010

Luna de noche, oscuridad infinita y un buen montón de tristeza aliñando la ensalada de mi desesperación

Me siento como un pescado
frito y salado.
¿Por qué estoy sólo? ¿Es que ya no molo?
La luna me acompaña, con sus frías lágrimas blancas que son como...
una cosa muy triste, muy desesperante, como un ingenio romo.
Así que me ahogo en el agua de las lágrimas de todos los tristes,
tristes,
tristísimos días de penuria triste.
Aunque como tres veces al día
al filete no le encuentro ningún sabor, ya esté salpicado de ambrosía.
Negra rosa, agria mariposa
va mi dolor por delante
Y no logro arrancar de mi pecho soldado al peso de mi propia mortalidad distante.
Estoy triste de cojones ¿No se nota?
Esperanza rota.
Como mi router.
Ana María Matúter.

Fin.

Dacrifilia

- ¿Por qué sonríes cuando me ves llorar?
- Es que quiero verte triste.
- ¿Por qué? - Dijo, secándose una lágrima con las mangas del jersey.
- Pareces tan débil. Siento que me necesitas y me dan ganas de abrazarte.
- Pero también te necesito cuando estoy feliz, sabes que te quiero.
- Ya. Sí, lo sé.
Se agachó sobre ella y apretó algo más, hasta hacerla gritar. Las lágrimas volvieron a brotar profusamente. Acto seguido, acercó los labios a sus oídos para que pudiera escucharle susurrar:
- Ojalá fuera tan sencillo.

Wednesday, December 15, 2010

Olot

Una pulga se balancea en un pelo de su nariz, tiene la frente arrugada, el ojo que observa una izquierda infinita parece secarse tan rápido que el malestar le obliga a pestañear fuera de ritmo. Más tarde hay una boca, o unas entradas escalando el cráneo según la dirección que se elija. Chaleco naranja, uñas sucias, gafas de hace tres temporadas, mastica chicle.
Lejos de la literatura social, del aséptico y endogámico comunismo universitario, a enorme distancia conceptual del buen obrero, un futuro asesino masculla:
- Se van a enterar.
Y recoge su azada con la intención de deshumanizarse por completo. Avanza siete pasos hacia la orilla, donde un niño dibuja extravagancias con un palo. Pero sus objetivos son otros: Los hombres que flotan sobre su cabeza.
Porque alrededor de una mente tan pequeña sólo orbita la incomprensión, que la envidia no es un derecho. El arma se reconvierte en espada, y él es otro miembro del pelotón de los que se sienten olvidados. Los que no fueron valientes, ni inteligentes, ni buenos.
Con el mosquete en la mano, o el hacha o la pistola, rumiando una maldición contra quienes no le observan comprueba, con furor, que es pequeño y está sólo. Decide que la mejor manera de elevarse es hacer que ellos se hundan.
- Hoy quedaré satisfecho - Golpea. - Hoy romperé piernas, cobraré dientes, cortaré las espigas más altas (Que pertenecen al vecino) a ver si sufriendo todos el mismo hambre me despierta la sonrisa.
Hace daño, es inevitable que lo haga. Y aunque, cuando los ve caer no los encuentra tan distintos. Sigue golpeando, nada lo calma. Es muy feliz mojándose de sangre.

Cuando cree haber terminado, hunde el arma en la tierra y espera. El niño ya no dibuja, huyó con la primera sombra de la muerte. La playa no respira. Y él, aunque aún no lo sepa, ya casi no existe.
Monstruo.
Se ve reflejado en el mar como un hombre y no se explica.
Murió de hambre satisfecha. Sonreía.

Monday, December 06, 2010

Fumando aire

La luna es un queso. Tus dientes son perlas. El héroe siempre es el segundo en disparar y el alienígena sabe disfrazarse como su mejor amigo. Siempre llueve durante un beso. La música se acelera frente a una amenaza. La soledad es fría. El tiempo lo cura todo. Las velas son románticas. Las matemáticas son infalibles. Ha encontrado la paz. Las mujeres mienten. Los hombres engañan. No sólo hay que serlo, sino también parecerlo. Son tonterías de la juventud. En ningún sitio como en casa.

En fin.

¿Y lo de los controladores?
Mi opinión coincide con la de alguien, así que no me voy a molestar en expresarla. Después de todo, yo no viajo.
Además, la historia es un poco sosa, deberían de haber presentado todos la carta de dimisión. Me hubiera gustado ver aquellas caras descomponerse por la impotencia.
¿Qué piensas sobre Assange?
Que a la libertad no es bueno perseguirla, que al poder no es conveniente provocarlo.
¿A qué te has dedicado en estos días?
A nada. A nada en absoluto.