Sunday, June 11, 2006

Árboles que caminan

Clavando las raíces en la tierra
crece nuestro corazón y nuestras ramas.
La vida es repetir día tras día una costumbre.
Entender las ventanas como espejos,
los espejos como mundos invertidos
y su luz proyectada, que es el tiempo
mientras la memoria crece
a costa de lo perdido.
Porque nunca seremos
engranajes eternos, sillares maestros
piezas de la grandeza del mundo
nos tendríamos que conformar con ser humildes
disfrutar del aire prestado
de la arena entre los dedos
y, otra vez, de los espejos.
De las palabras,
de los cementerios donde van las intenciones
de las amapolas trituradas
del amor
de los complejos.
Andaremos, en este valle de sombras
con el arrepentimiento en los talones
y la garganta seca
porque queremos y creemos
porque ansiamos y morimos
la ciudad se llenará quizá, algun día,
de lobos esteparios
y árboles que caminan.


Dedicado a Robles, que sabe avanzar sin perderse.

Sunday, June 04, 2006

Mal acompañado

La importancia que le damos a los cambios, muerte ligera, y a los viajes, síntomas de no estar felices en el lugar donde se vive, a las mudanzas, a las distinciones y a las categorías. El derecho a ser animal de costumbres, por los suelos. Y la paz, el conocimiento que nos llega lentamente. Mis ideales han pasado de moda. Sólo porque posé la mirada en un sólo paisaje y juré no mover la vista hasta que no conociera cada brote de hierba. Pero todo a mi alrededor se movía. Sufro celos, sin estar enamorado, ni siquiera odio como antes. Y me voy secando por dentro, aunque nadie lo note, o no les importe.
Hoy he querido hacerle un homenaje a la inmortalidad, a los personajes que viven en la autopista. A los caminantes eternos, en pos de la Torre Oscura, buscando al asesino, al vampiro, al demonio que está dentro de ellos mismos. Hoy, a los 23 años me di cuenta de que no nací para estar sentado, de que este no es mi sitio, de que no estaré nunca completo si no vuelvo a una vieja costumbre.
Por eso, hinqué la rodilla y oré. Por eso estoy llorando por primera vez en quince años. Aunque esté mintiendo como siempre y nunca vaya a comprarme una moto. La aventura comienza cada domingo por la noche, y siempre termina en el mismo lugar, a la hora esperada.
Sé que necesito refrescar la mente, conocer el mundo y respirar los libros. Sé que no debo volver, porque nunca me moví de dónde estuve. Y que debo vencer el miedo.
El terror que me inunda cuando me planteo ser coherente.
La droga más dura que he conocido nunca, la que mejor anula y esclaviza, la que tomo siempre que puedo, la que está matando mi alma. La imbecilidad del que canta cuando está a oscuras. No quedan lugares en los que un hombre pequeño pueda respirar grandeza sin esperar a que le pregunten por su historia.
Este mundo es repugnante, está lleno de egoísmo y afán por imponerse a los demás. Estoy harto de tanta competitividad. Y de tanta competencia. Y de tanto dolor mal disimulado.
Seamos buenas personas, dejemos de arrancarnos los ojos. No clavemos puñales por la espalda, no nos mintamos a nosotros mismos, recuperemos la igualdad entre el ser y el aparentarse. Dejemos de ser relativos y cuestionables. Hagámosnos minerales.
Estoy desagradablemente dispuesto a querer, a abrirme. Que entre el aire y quien quiera que se deje arropar. Busco amigos y nunca fui exigente. Si acaso fingí serlo, para sembrar la duda, maleza entre la que me he movido.
Y no dejemos de decir a los demás lo que sabemos que les hará bien, tenemos la responsabilidad de hacer de este un mundo mejor, podemos si nos lo proponemos realmente.
Por mi trabajo, conozco a los miserables de cerca, suelen trabajar en oficinas como la mía, o vienen a exigir el último céntimo que les corresponda por sus ahorros. No los combatamos con la sonrisa aprobadora, confrontémoslos con el ejemplo de nuestro idealismo.
Se salvarán los que crean en el amor como único mandamiento posible.
Y que no haya borrones sobre la parte dolorosa del mensaje.

Thursday, June 01, 2006

La muerte y las tetas

La diferencia para un nascir entre la vida y la muerte depende íntimamente del concepto antes esbozado del "pensamiento colectivo". Dado un número finito de partículas, la muerte de los organismos sucede cuando se acuerda de manera unánime (Lo que no es tan complicado entre seres que se necesitan para completar cualquier idea) que un ser vivo está compuesto de una particula más que antes. La vida se genera por una nueva conceptualización del ser, en la que, para ser considerado organismo vivo se requiere menos cantidad de materia. Con un ejemplo, si existen cien partículas y se consideran seres vivos a los formados por diez de ellas, existirán diez seres vivos. Si, tras una revisión, se acuerda que los seres vivos lo son a partir de cinco partículas, la población, según este nuevo criterio, se habrá duplicado.

-------------------------------------------

Imagínense una mujer exhuberante, tetona, maravillosa que va en el autobús, tan contenta. Se le acerca un hombre, un desconocido, un ser humano con corbata. Sin pudor, sin darle importancia se arrima a la belleza. Y le toca las tetas. Las reacciones que la mujer puede tener son varias. Nos quedamos con que chilla y se lo dice al chófer. Chófer que la mira, le sonríe y le toca las tetas. La mujer lo abofetea, se baja en la siguiente parada, que no es la suya. Va a cambiar de línea. No se puede creer el descaro de los dos hombres. Se sube al otro autobús, cuando llega. Pica billete, el nuevo chófer le toca las tetas. Vuelve a chillar. Sale del autobús, pide un taxi, para que la lleve a la Comisaría. Va a denunciar. Gracias a que el taxista esperó hasta llegar al destino y haber cobrado para tocarle a la mujer las tetas, ésta continúa su aventura y yo escribiendo. En la Comisaría se explica: - Quiero denunciar que me llevan todo el día tocando los senos (Porque es una mujer fina). El que le toma declaración no, estudió en malos colegios, le toca las tetas. Diez tocamientos después, se encuentra ella ante el tribunal, para exponer su caso, surrealista por demás. Tres mujeres del jurado no le tocan las tetas. Los demás lo hacen, cada uno a su manera, según estilo y particularidades. Y entre los que acarician y los que apretujan, después de meses, se ve encadenada en la Moncloa, con un cartel que la cubre y la protege, donde pide un país sin magreos gratuitos. Cepos alrededor.
El Señor Rodríguez Zapatero lo lleva planeando una semana, recibió el e-mail en que se invitaba a todos los hombres a un acuerdo tácito cuyo contenido se pueden imaginar. La dignidad sucumbe siempre ante el deseo y ahora se desliza entre los cepos, en la noche. Cuidadosamente aparta el cartel, y le toca las tetas a la dama:
- Pues no es para tanto.
Y vuelve, silenciosamente al edificio, a la cama, al sueño.