Thursday, August 23, 2007

Dos amigos

- Eh, Paco.
- ...
- Paco, Paco, soy yo, Jesús ¿no te acuerdas?
- Ah, Jesús, coño ¿Cómo te trata la vida?
- Qué coincidencia que nos hayamos encontrado aquí.
- Hacía lo menos diez años...
- Bueno ¿Y qué te cuentas?
- Pues nada, trabajando de lo mismo, para octubre espero a mi primer hijo.
- Sí, joder, felicidades ¿Con Purita?
- Con su hermana, Purita murió al ser pisoteada por un rebaño de cabras.
- Oh, cuánto lo siento.
- Yo no, su hermana tiene mejores tetas. Bueno ¿Y tú qué tal?
- Pues yo también estoy bien, de hecho mejor que bien. Estoy pensando en casarme.
- ¿Tú? ¿Casarte? Pero si siempre fuíste el terror de las mujeres, recuerdo que te llamábamos el pimienta.
- Sí, jeje, siempre que me acercaba a una me echaba el spray ése en la cara.
- Estabas hecho un cabra loca.
- ¿Cómo las que mataron a tu ex-novia?
- Sí, jeje, como sufrió la pobre zorra. Seguro que hasta hubiera preferido echar un polvo conmigo.
Los dos amigos se ríen durante un rato.
- Bueno, y cuéntame ¿Cómo es la afortunada?
- Ah, es fantástica, es la mujer más bonita que te puedas imaginar.
- ¿Ah, sí? ¿Qué tal tiene las tetas?
- Bueno, tetas, lo que se dice tetas, pues no tiene, pero a cambio, su cuerpo está cubierto de unas preciosas escamas doradas.
- ¿Escamas?
- Sí, escamas, pero muy brillantes, y muy bien distribuidas a lo largo de su cuerpo.
- Pero culo tendrá.
- Claro, joder, de hecho, tiene tres.
- ¿Tres culos?
- Sí, dos a los lados del cuerpo, y uno en donde está la nuca.
- ¿Y cómo es eso?
- Ella es así. Pero deberías de ver cómo es en la cama.
- ¿Cómo?
- Resbaladiza.
- ¿Resbaladiza?
- Resbaladiza. Y su ojo.
- ¿Sus ojos?
- No, sólo tiene uno, en el centro de la cara y rodeado por dientes afilados, pero tiene una mirada que seduce.
- Guau, chico, ten cuidado, no vaya a ser que te la robe.
- Bueno, no te creas, a mí me costó lo mío seducirla. Como es sorda... Hombre, mira, por ahí va.
- A ver, a ver, me muero de la curiosidad.
- ¡Jennifer! ¡Jennifer! Ven, que te veoy a presentar a un amigo.
- Guau, qué bonitos tentáculos.
- ¿Has visto? ¿Tú lo ves como yo?
- Claro, sólo un ciego no lo vería.
- Pues no veas lo problemático que me está resultando que la familia la acepte.
- ¿En serio?
- En serio, cada vez que he intentado presentársela a mi madre, se echa a llorar. Y mi padre dice que es un producto de mi imaginación o no sé qué historia.
- Vaya.
- Oye, están entrando.
- Sí, hablamos mejor dentro.

Y los dos amigos entraron juntos al centro de rehabilitación.

Tuesday, August 14, 2007

Segundo Aniversario

Está durando más de lo que esperaba (Y aún quedan títulos pendientes) Puede que en los próximos días termine la historia de Guaka, dado que se cumplen dos años desde que lancé la primera parte, puede que explique la naturaleza etérea de los Nascir, que Liza caiga de las estrellas, que se persiga a un espía dentro del archivador de planta tercera, que los cadáveres que flotan en el río alcen sus cabezas y sonrían, que la ciencia zombi vuelva, que Gandhi me persiga por la línea telefónica, que muera Corinne Clery.
Sólo sé que todavía fumo y bebo de vez en cuando, que no he perdido amigos, que tengo todo lo que me importa al alcance de la mano y que así será dificil llegar a la genialidad, pero es imposible que de la propia satisfacción no lleguen algunas reflexiones.
El reto para el tercer año es mostrar otra faceta, que se independiza de ésta, y es que últimamente sólo sueño con monos pixelados tocando el piano:
www.gabora.wordpress.com
Será la edad del regreso (Todavía)

Sunday, August 12, 2007

Tu soledad y mi silencio

Ajeno a la piedra. Ajeno al mundo, a la economía. Diverso, distinto, casi uniformado. Vestido de rareza, o quizá teñido por ella, o mojado por la lluvia. La mano, blanda. La mano amarilla que te escoge, los labios que susurran en tu oído. En tu cuello, calientes, húmedos, invisibles. Por la ventana hay un mundo que se dispersa, se divide con tu mirada en mil caminos.
He venido aquí para que puedas escoger tu sacrificio. No seré como esperabas. Nunca soy lo que parezco. A pesar de lo que dicen, yo también os esquivo.
Mira como el polvo se levanta cuando el niño corre por la tierra. Escucha mientras se desliza la mano. La mano seca que se deshace en tu mano. Los trozos de mi mano caen desbrozados. La mirada roja que ilumina tu nuca. ¿Ves los pájaros? ¿Las pequeñas máquinas pardas? Comen, se multiplican y se pierden. Y siguen perdiéndose aunque intente no mirarlos. Ahora subamos al cuarto. Dormiremos abrazados y mi calor se perderá en tu soledad. Y tu soledad en mi silencio.

Ya nunca escribes (III)

Pero es por una buena razón, es que no me gusta nada de lo que escribo últimamente. Y además tengo que estudiar. No he hecho ni la mitad de lo que me había propuesto a pesar del tiempo que el calendario señala y mi débil voluntad queda aplastada por la enormidad de mis proyectos (¿De dónde habré sacado semejante oración absurda?)
Y cuando no estoy leyendo o pensando sobre lo que he leído, o bebiendo para olvidarlo y perder poco a poco mi capacidad para sacar provecho de la información que asimilo, pues me dedico a estudiar a las personas que tengo a mi alrededor y a llegar a conclusiones indemostrables o a quedarme embobado viendo como cae una gota de sudor desde el mentón de un cliente al suelo blanco de la oficina. A echar de menos, a buscar puertas.
A tirar filetes de cerdo al estanque de los patos. Ver sus picos llenos de sangre y carne tierna, pensar en las mujeres que no quiero, en las verdades que me aburren o en las teorías que me repito. Canalizar mi agresividad y frustración a través del cortauñas. Comprender que mis neurosis han dejado de serlo y ahora son costumbres más que rituales. Números por la mañana, letras por la tarde, magia en las noches. Besos en la boca de otras bocas nacidos, en labios ajenos muertos, en mi corazón hundidos.
Buenas noches.