El mismo saco
Lo que dignifica a este movimiento es lo que más desconcierta, lo criticable en ellos es que no se siguen al decir "Aquí cabemos todos" Porque cuando comprobé que estos apolíticos escoraban irresistiblemente hacia uno de los temibles polos ideológicos, negué con la cabeza como el burro de Rebelión en la Granja, y dejaron de tener a uno entre muchos. Seguir sin representante quizá sea lo más sano.
Por supuesto, tampoco estoy a favor de que los desalojen, los censuren, los malinterpreten y, definitivamente, estoy muy en contra de que los utilicen. Son el maltratado pueblo, carajo, hay que darles un respiro.
Sin embargo, desde fuera, desde la tranquilidad y el pronto olvido, si alguien me quisiera escuchar por encima del hecho de que estoy cuestionando un "movimiento blanco", sugeriría que no pasara lo de siempre: Que lo que nació desde la crítica siga siendo crítico consigo mismo, la fuerza de las hipótesis radica en su falsabilidad, la naturaleza de las verdades absolutas es la del miedo.
Soy de la opinión de que el resultado de mañana, contra el porro, la furia y el desencanto, permanecerá como las encuestas prevén, no obstante. Aunque la mayoría se pronuncie, buena parte de los acampados de Sol mascullarán algo sobre manipulación y con ello cuestionarán el método y el reparto, desde su ideología o un sano escepticismo. Perderán, si lo hacen, su fuerza, como todo lo innegable, como la piedra dura e inmóvil que tiende a caer si nadie la sujeta, como la juventud que se está yendo de mis manos.
En fin, observaremos. Y esperaremos lo mejor, aunque dudemos de las manos que empujan hacia el cambio.