Sunday, December 31, 2006

Mmmm, buena mañana para la repetición y la encrucijada

Siempre hay mujeres yendo
hacia algún lugar
tienen los ojos en blanco
te piden que las mires.
Larvas color sangre brotan de tu boca,
tus labios convertidos en negros manantiales.
Rhapsodia silenciosa, víctimas del celo
acarician el fulgor de una moto sin sombra.

Nah, pero así:

Mil leguas detrás te persigue tu sombra
apaga el rugir de tu moto el silbido.
Quedaron atrás, con los ojos en blanco
un sendero de muertas, vestidas de novia.

De tu corazón brota, negros manantiales
es el rastro que siguen los que necesitan cazarte
no mires atrás, ni merece la pena
por tus venas reptan larvas de fuego.

Puah, el jacuzzi me espera.

El viaje

Llegamos a Loja con el tiempo justo para comer y echar una pequeña siesta en el motel. La habitación era pequeña y olía a producto de limpieza, la cama estaba cubierta por una colcha vieja, de color naranja. Ella y yo habíamos ido a lo más barato, nos acostamos y, una hora después, la alarma del móvil nos devolvía a la realidad.
Mientras ella se duchaba, yo fumaba un cigarrillo, algo nervioso. Si no se daba prisa, llegaríamos tarde a la reunión.
- Ya salgo - se oyó desde detrás de la puerta, y a los dos minutos estaba frente a mí, con su fino traje, para las ocasiones especiales. Tan bella como hace cuatro años, cuando la conocí en una calle que apestaba a orines, y peleaba por su rincón entre los cubos de basura.
- Venga, mujer, que llegamos tarde.
Nos subimos al coche y en cinco minutos estábamos frente al imponente edificio, sede de la empresa de comunicaciones del Holding, allí el guarda de seguridad nos saludó con una leve inclinación de cabeza, antes de cedernos el paso.
En el centro del recibidor, la gran fuente que tanto nos había impresionado la primera vez, circundada por escritorios, donde se realizaban una parte de las gestiones de la empresa con sus empleados, pues aquel era el departamento de Recursos Humanos. La luz, natural, provenía de una inmensa claraboya en el techo y el rostro del fundador nos observaba desde un retrato situado en la planta de arriba, visto a través de la balaustrada de la alta escalera blanca.
Casi podíamos vernos reflejados en el limpio mármol que cubría el suelo, como si fuera un espejo. Esta vez no nos perdimos y llegamos con un minuto de adelanto al despacho del Sr. Romera, quien tuvo la amabilidad de salir a recibirnos en cuanto escuchó nuestros pasos detrás de la puerta.
- Esto nos llevará poco tiempo esta vez.
- El que sea necesario - respondí cordialmente, y la dejé dentro del despacho. Entre tanto yo me dirigí hacia la máquina de café que había en aquel mismo pasillo, encendiendo en el trayecto el quinto cigarrillo del día.
No me había dado tiempo a terminar el pitillo cuando salió, sonriente y aliviada, del despacho. El Sr. Romera iba detrás de ella, con cara de satisfacción. Como era su costumbre, no se extendió mucho, despidiéndose de nosotros con un breve:
- Hasta el próximo mes.
La cogí del brazo y le pregunté qué tal había ido la cosa.
- Esta vez ha sido un mechón. - fue su respuesta.
La amo tanto todavía, a pesar de todo este tiempo.

Thursday, December 21, 2006

Organizando la Noche de las viejas

Mis amigos, y aquellos a los que llamo amigos pero odio en secreto, podrán disfrutar dentro de poco de una fiesta de Nochevieja que me propongo que sea "distinta" en más de un sentido. El lugar de convocatoria, mi casa, me permite alojarlos para una celebración que contará (Ya lo tengo decidido):
- Con gorros graciosos.
- Karaoke de Vero.
- Actuación en directo de Réquiem.
- Cócteles.
- Fernando.
- Anime.
Pero aún esto no me parecía suficiente, y es por ello que decidí, yo sólo y por unanimidad, añadirle a la comida todo el encanto de la cocina japonesa. Sí, señores del jurado, voy a intentar cocinar "a la nipona" y es por ello que requiero su inapreciable y no remunerada ayuda, pues que tengo algunos problemas para obtener ciertos ingredientes, imprescindibles para la creación de estos platos. Y dichos ingredientes son:
- Shungiku
- Shoyu
- Tamaro
- Mirin
- Bambú
- Kombu
- Dedo de niño de cuatro años recién amputado.
Por favor, ayudadme, dado que ni en el Opencor ni en el Mercadona encuentro lo que busco, y me es absolutamente necesario para regalarles el paladar.

Sin más, un saludo afectuoso.

Doctor CRÁNEO DE ARCHIVADOR

Monday, December 11, 2006

Dos, porque solo dos me salen

Mentiroso, blasfemo y duro
como el pan de las papeleras
su seguridad viene de la costumbre.
Come aceitunas, vive de las reservas.

Engañado a sí mismo se tiene.
Enamorado contra los espejos.
Hay quien vive para dar, él se desvive
por darse al amor de su reflejo.

Escribe, porque se lee y se divierte.
Piensa para no hacer y siempre acude
a la excusa de que es demasiado pronto
demasiado tarde, o que ya es viernes.

Es, también, mi mejor amigo.
El que me toca las pelotas mientras duermo.
El que aparece detrás de mis pesadillas.
El que ya no escucha a Dylan mientras fuma.

Es, también, mi archienemigo.
El que ensucia con su voz mi manifiesto.
El que pasa por la vida de puntillas.
El que juega al escondite con la duda.

Y quiere un cinturón de cuero viejo.
Y se vuelve a enamorar cada tres horas.
Pero sabe fingir, y es muy chistoso.
Como el opio que disfraza la amapola.

Y dos:

¿Te acuerdas, viscerita mía
cómo colgabas del ano
y besabas con roja sangre el calzoncillo?
En tu carnal poesía
con dolor disimulado emergías
por visitar lo inexplorado.
Y ahora duermes, en tu caliente prisión, no hay duda
porque tú, mi querida tripa audaz, caíste
y yo te vuelvo a imaginar en un despacho
circulada por fúnebres archivadores
soñando con ser libre.
Administrativo pedazo de intestino
¿Quién merece más el don de ver que tú?
Añorado chorizo humano
tu aventura murió cuando, en la ducha,
resbalé y caí contra el champú.

Wednesday, December 06, 2006

Un cuento de Navidad

- Navidad, navid - Paquito se queda pensando un momento - ad, navidad, navidaaad.
- Es una lástima que tuvieran que extraerle 10 gramos de cerebro.
- El tumor había echado unas raíces tan profundas...
- Sí, Doctor, sabíamos que era grave. Se le ve tan feliz con su zambomba y su baba cayéndole del labio.
- Navidad, pa pa pa...
- Piense que continuamente están surgiendo adelantos en la medicina, puede que algún día podamos regenerar el cerebro de su hijo.
- ¿Quién quiere eso? Antes era un resabiado, malo en los estudios y sin excusa alguna. Ahora mira las estrellas con la ilusión de un niño.
- Un niño de 18 años.
- Navidaaaad
- Paquito, hijo, ¿te importaría bajar un poquito el volumen? Estoy hablando con el Doctor.

UN MILAGRO POR NAVIDAD

escrito por Manuel Gutierrez Serna
protagonizado por Paquito, el subnormal irritante
el Dr. Tajante
y Juan Tierraseca en el papel de padre despreocupado y maltratador de mujeres.

Aquella noche, Paquito se acostó pensando en lo que le esperaba por la mañana, era el día antes de Reyes, y había escrito su carta con toda la ilusión. Había oído tantas veces de sus padre decirle que no tenía cerebro, a sus antiguos amigos señalar su fea cicatriz y a su madre golpear con sus nudillos su cráneo semivacío...
No lo dudó al pedirle a Gaspar, Melchor y John Foster lo que todo el mundo decía que le faltaba. Así, con letras retorcidas, expresó su deseo:
- Quiero un "cherebro". - Y se acostó, sin saber que su petición había llegado directamente a los oídos de los mágicos reyes de Oriente:
- Eh, John Foster, mira lo que nos ha pedido este chaval.
- A brain.
- Exacto, y eso es lo que le vamos a dar.
Y sin más dilación, los tres Reyes fueron al cementerio que tenían detrás de su caravana, llevando palas. Buscaron un cadáver reciente y le abrieron el cráneo con un escalpelo afilado, con el cerebro extraído de esta manera bajo el el brazo, se dirigieron a casa de Paquito.
Llegaron pronto, porque eran magos, y contemplaron cómo dormía Paquito:
- Es el hijo de puta más feo que he visto en mi vida.
- Sí, mirad esa cicatriz, da una grima espantosa.
- Anyways, get the brain and put it into the head of this moron.
- Enga, pa entro.
- Puja.
Al día siguiente, Paquito se levantó sabiendo muchas cosas de física y de cómo hacerse el interesante en una conversación con una mujer.
- Hola, papá.
- Ey ¿Dónde está tu antigua idiotez, esa por la que llegué a quererte dado que ya no suponías ninguna amenaza a mi posición como macho alfa en esta casa?
- Ni idea, pero he inventado este rayo desintegrador que te convertirá en arenilla sobre el sofá.
- No, no, hijo, recuerda los buenos momentos.
- ¿Cómo cuando me tirabas la comida a la cara?
- Sí, como cuando te tiraba comida a la cara y luego te escupía.
- Muere, por mi rayo - Zapppp.
Paquito se había vuelto inteligente, pero también vicioso, sacó un billete de diez dólares de la hucha y lo enrolló. Luego se acercó al monton de arenilla humeante que había encima del sofá y esnifó lo que quedaba de su propio padre.
- Ufff, de repente me siento hipotecado y mandón.
Dentro del cerebro de Paquito se celebran elecciones legislativas entre los gusanos:
- El partido de la carne reivindica su lugar como garante de la tradición.
- ¿Qué será de nosotros, decimos los progresistas, cuando aquí no quede más que comer, si la sangre fluye cada vez más por este órgano muerto, desterrándonos?
El partido progresista ganó, Paquito eructa y de su boca salen cientos de mariquitas color crema, los gusanos que emigran.
- Y ahora a por ese Doctor chapucero.
Paquito urdió un plan sofisticado, por eso estuvo ocho años en la facultad, sacándose la carrera de medicina.
- Lejos de haberme convertido en un hombre culto y desapasionado, siento la el deseo de venganza arder dentro de mí con renovado fulgor.
- El Doctor ha sido cancelado como personaje irrelevante - Dijo una señora que pasó al lado de Paquito.
- Noooooooo, no quiero vivir.
Se apuntó a la cabeza con el rayo desintegrador pero su mierte fue tan repentina que su Multi-Psique fue trasladada al plano astral, desde el que mueve cosas en el Hospital y, todas las navidades hace sonar cascabeles dentro de las cabezas tumorosas de los hijos imperfectos de los padres y los doctores.