Saturday, April 14, 2007

Rápido reloj

Cuando mis amigos y yo salimos a no-ligar y a mucho-beber y nos paramos, casi definitivamente, frente a la fachada de un bar azul llamado Mediterráneo, no se puede evitar la alegría, que la repetición es el consuelo de los hombres contra la mortalidad.
Así trabajamos evitando desplazarnos, queremos no mover nuestra visión con nosotros y, prematuramente hechos semilla dormimos entre los pliegues naranjas de la tierra cocida.
Como si la mañana no nos esperara, podemos esconder un poco la risa, diseñar largas curvas que vuelvan y cierren los círculos, la sensación de querer empalmar el nacimiento con la muerte se hace más aguda cuanto más cerca nos encontramos de los extremos.
Así nace, en la primera edad de la mente, el romanticismo y el amor eterno, y en la vejez triste nos crecen brazos hacia el pasado y uñas negras contra la marea del futuro.
Me encuentro circulado de especímenes diversos, de traidores de mi ley enunciada, de hombres aferrados a su niñez, como yo mismo, y de inventores de la catapulta que acaban estrellándose, tarde o temprano contra los muros de sus propias limitaciones.
Por eso escribir tiene que hacer daño, porque la metáfora mata al tiempo, y el tiempo es la base en nuestra actitud.

Monday, April 02, 2007

Me levanté con el pie macabro

Córtate un dedo blandamente
con un cuchillo afilado
déjalo encima de la mesa
tras haberte cosido y curado.
Espera a que alguien se fije
a que alguien lo mire y se alarme
te acuse de ser un demente
o de estar colocado.
Quizá pueda reimplantarse
quizá vuelva a llenarse de sangre
evítalo, que nadie espere
ninguna razón por tu parte.
Deja que el dedo amarillo
se pudra sobre tu colcha
llora de noche lo perdido
ríe por el día la broma.
Nadie entenderá qué quisiste
ni los expertos en el alma humana
un "porque sí" no nos cabe
si estamos más locos que nunca.
Estamos más cuerdos que nunca.