Historias del Pene Volador (Prólogo)
Aquel pedazo de polla impresionante, seguido de una bandera roja, pene verbenero, gira sin doblarse y se desplaza sin motor,suspendido en el aire, supercipote.
Y la gente lo admira con la misma cara que debo tener yo. Hasta ahora no habíamos visto
por aquí un fenómeno semejante.
Como siempre tuve buena vista, pude vislumbrar la vaga imagen de un cowboy sobre la polla. Me ayudo de unos prismáticos para confirmar lo que distingo con dificultad: Los pantalones que lleva están hechos con cuero de vaca y el sombrero le oculta la frente, tampoco llego a saber si su cara es de tranquilidad o miedo.Vuelvo a mirar hacia abajo, todos están tirando de móvil.
Y un instante después veo cómo el pene, con su escroto colgante y su vello púbico, como cables de acero, se aleja mostrando la indiferencia con la que llegó.
Y me da pena, porque se veía que no venía a nada malo. Sólo era un pene volador inundando de fluidos la ciudad, como debió de ser durante el Diluvio Universal. Supongo.