Friday, September 20, 2013

A las noches...

las preceden las tardes.
Es un secreto bien escondido.
- ¡Shhhhhh!

Wednesday, September 04, 2013

Dolor profundo, espantoso, sempiterno

Me hallo aquí (Agonía, agonía) sufriendo lo que ningún ser humano ha sufrido nunca antes. Con tanto dolor que si me pegaran un cañonazo en el vientre apenas lo sentiría. ¡Oh, musas, así de jodido estoy! Tanta amarga tristeza hace que la noche sea más negra, el café más oscuro y las ensaladas que compro en Carrefour caduquen mucho antes.¿Qué puedo hacer con tanta desdicha? Alguien me ha sugerido que podría fabricar con ella algún tipo de presa con la que contener las alegrías de los demás. Vamos, que puedo dedicarme a desgraciar la existencia de los que tengo alrededor. Por supuesto es un consuelo, además de una diversión sana, aunque según con quien se haga puede comportar un cierto riesgo para la integridad física.
Así que ¿Qué hago? Me subo a mi miseria como si fuera un pedestal. Me asomo y señalo al horizonte, desde el que la realidad se despliega y empiezo a maldecir a vivos y a muertos. Ellos levantan la cabeza y... básicamente pasan de mí.
Pero mis palabras llegan a los oídos del "Dios de las cosas que no están demasiado bien pero al final las acabas aceptando". No es el Dios de la resignación, que tiene otras competencias, éste está más bien entre el "Señor de las Chapuzas" y el "Espíritu de lo que aceptamos porque quejarse tampoco va a arreglar nada". ¡Sí! ¡Él me escucha! Y me saluda quitándose el sombrero sobre el que han caído miles de lágrimas. Luego me acompaña a recepción, donde saco un ticket esperando a que venga un funcionario celestial del conformismo.
Total, que entro en el pequeño despacho (Mal iluminado, tiene que hacer juego con mi torbellino interior) y empieza a mostrarme fotos de niños desnutridos, mujeres maltratadas, guerras, pestes y otras desdichas mundanas. Y, agarrándolo por las solapas, le pregunto en un grito:
- ¿Puede ser que mi sufrimiento esté creando todo esto? ¿Seré yo el foco de todo lo que hay de malo en el mundo?
- Bueno... eso... no, no creo.
Y entonces, en su titubeo, adivino una necesidad de consolarme. De estar ahí para mí como yo siempre he estado para todo el mundo. ¿Cómo puedo no ser feliz cuando hay tantísimos millones de personas que dependen de mí?
- Usted... emm... no es tan tan tan... importante. - Me dice el hombrecillo.
- Oh, me llena de dicha que digas eso. Sólo porque sabes que mi deber, como motor emocional del Universo, es transmitir paz y alegría. Déjame que te dé dos besos - Sorprendentemente, pareció resistirse - ¡Me alzaré por la gloria del Cosmos! - Y, apartando sus libros llenos de fotos de gente insignificante de un manotazo, salí a luchar por todos ellos ¡Por la felicidad!

Monday, September 02, 2013

12.500

Para conmemorar el que mi blog haya recibido según las estadísticas de google y a lo largo de estos 8 años y pico nada menos que 12.500 visitas (De las cuales calculo que el 92% son mías) he rellenado mi perfil, he puesto una foto que me representa y ahora os presento a mi perro:




¿Qué más queréis? ¿Mi sangre?

Y, a petición popular, aquí está mi gata:

Sunday, September 01, 2013

Esperanza

Hablar por hablar, disimulando cicatrices, recomponiendo historias desde su final sorprendente a ese principio azaroso que presentaba varios caminos. Estamos cruzados. Porque nuestra vida no va a ser memorable a no ser que le peguemos un buen empujón y la acorralemos contra una esquina. No actuar, quedarse con las manos pegadas al cuerpo es la forma más segura de llenarse de arrepentimiento. Yo quiero inventar nuevos caminos, habrá que pegarle unos cuantos puñetazos al futuro, hasta que su cara quede irreconocible.
Estar aquí y contra el pasado significa fumar y pensar más y dejar que la luz del sol se apague para que las sombras cubran la suciedad de las esquinas de la habitación y nuestra nobleza inventada se reescriba en papeles falsos, destinados a ser llevados por el viento, en busca de lector.
Todo esto va, una vez más, sobre nuestra representación y el cómo el mundo cambia a nuestro alrededor según nos pretendemos reinventados. Cada cana me hace una persona distinta y llena, por tanto, de nuevas posibilidades para el amor y para el odio. En una sola vida caben un millar, pero yo echaba de menos la melancolía, la intensidad y tener perro. Lo he recuperado todo en poco tiempo.
Ahora que me he dado cuenta de que las recetas más obvias para salir de los baches emocionales siguen sin servirme. Después de tanto tiempo, se me ha ocurrido buscar de distinta manera. Y la realidad me ha sorprendido gratamente: Todavía puedo renunciar a lo que se me presenta. Se me aparecen caminos, divertimentos y formas nuevas de rebelarme. Aunque, claro, tampoco puedo seguir gastándome la salud. No quiero que la factura acabe por ser impagable.
Si eres, querido lector, de los que piensan que la esperanza tiene mucho más valor que la certeza, convendrás conmigo en que vivimos en la época más extraordinaria de las que ha habido. Es emocionante saber que aún quedan senderos inexplorados, que mantienen un atractivo virgen. No hay excusa para vivir encerrado entre cuatro proyectos copiados, bajo la losa de la autocensura. Hablo del amor, de las ciudades concéntricas, de los nuevos amigos, de los viejos soldados, de los cubos de basura con historia, de la pasión a la hora de defender ideales improvisados. Hablo de espejos contra muros, de mantener la pose bajo una tormenta, hablo de suspender el juicio cuando conviene.
Tengo hambre de absolutos, pero al menos ya no necesito ser rescatado. Que el mundo siga moviéndose, a ver si es capaz de alcanzarme.