Thursday, November 24, 2005

Soldaditos de lata (Ya nunca escribes II)

Pierdo el tiempo en la reformulación de mis principios, quiero crear un código moral Universal, que, por tanto, me sobreviva. Con raíces en la Historia y en las matemáticas, para suavizar el dogmatismo. Seguiré, desde la palabra, alejado del fútbol, la religión y otras causas de violencia, y escéptico respecto a los políticos. Quiero modificar, sin embargo, ciertas pautas.
He decidido que debo dejar de sonreír totalmente, introducir algo de método en lo que escribo y volver a la filosofía con esperanza y un cierto grado de abandono.
Además, como proyecto personal para el próximo año, busco revitalizar mi racismo, así como radicalizar otras posturas en las que me he vuelto laxo y aburrido.
No habrá cambios de "look" este año, por causas de trabajo, pero quizás me ponga un piercing en el escroto, por aquello de la originalidad.

En Irak sigue la guerra de juguetes. Hasta que alguno de los dos bandos se quede sin soldaditos de lata seguiremos viendo a rubios y morenos comparándose la talla del pene ¿Cuándo aprenderán de la metafísica y de Woody Allen? Deberían poder reírse de sí mismos y fumarse un porro. O dos.

Hasta nunca. Me voy de vacaciones a Fraggel Rock.

Thursday, November 03, 2005

Capítulo 14

Se me hace un poco duro actualizar este blog después de lo que me ha pasado. Hace unas dos semanas sufrí un accidente de coche, al tomar mal un desvío. He perdido un ojo a consecuencia del mismo. Nunca volveré a ser el que fui y no tengo muchas ganas de hacer nada. Aunque el ojo me esté creciendo de nuevo, y el accidente fuera la colisión de dos carritos de la compra. Esta depresión terrible me empuja hacia un solo lugar: Fingir mi propia muerte a manos de terroristas albano-kosovares, espero que nadie me comprenda.
Por suerte aún quedan tardes como la que he sufrido hoy. Intento observar cómo se comportan los que tienen mi edad y viven mi situación para imitarlos. Pero un mal nudo en la corbata, mis despites y mi fascinación por la absurda cultura japonesa me delatan como otro tipo de animal.
Estoy por cierto decidido a dejarme crecer las raíces del pelo, hasta que mi cerebro se convierta en una maraña confusa. Con ello conseguiré que me reconozcan como "El del pensamiento peludo" y dirigiré a las masas en dirección contraria a las peluquerías, y luego haremos un suicidio colectivo, sacrificándonos a los pollos hambrientos de carne humana.
Un beso para todos, de verdad que este ojo de cristal pica. Y va con segundas.