Sunday, February 13, 2011

Nombres propios

Hoy he tenido un día de enorme placer, que acabo de rematar con un cigarrillo, soñando que al fondo del cenicero aparece el ojo titular de la Ministra de los rizos escrotales en la cabeza. Como éste es un diario transversal, empezaré diciendo que estoy inapelablemente enamorado. Se llama Rocío, tiene una belleza que su nombre no resume y pronto hablaré de ella con la extensión que mi dicha merece.
Me acuerdo de Lope de Vega, mientras tanto. Con aquella frase perfecta para cerrar un soneto: "Quien lo probó, lo sabe" Quien la vio sonreír, quien sabe que no la merezco. ¿Quién sabe?
Si es partícipe, se convierte en protagonista, no puede salir sin quedar clavada... Es casi el día de San Valentín y me prometí no hablar de ella entonces.

Pero esta noche previa a un examen debo hablar de margaritas, de infamia y de cultura.
De la Gramática de Chomsky, a través de las asignaturas universitarias, siempre buscando eludir la fuente (Sócrates sin Sócrates, Hitler sin el Mein Kampf). De la flor idiota de la mata grasienta. De los asesinables forúnculos con los labios pintados. Me equivoqué cuando dije que me equivocaba, y los artistas se salieron con la suya aunque Arte sea todo aquello que esquiva su propósito. No les empujaría nunca a regalar sus obras, pero ellos cobran por lo que no queremos pagarles. Ya sabéis que les deseo a todos mucho Lagarto. Hay dos posts muy seguidos sobre el tema. No quiero acabar como Lenny Bruce antes de haber sido mucho menos de lo que él fue, ni como Pla, ni como nadie.

Pérez-Reverte finge ser entrevistado y nos quiere salvar con superficiales, poco estructuradas, nada inteligentes reflexiones acerca de la envidia española. Maragall no tiene Alzheimer, sólo busca que lo abracen. Pokémon de un amarillo brillante saltan lanzando gruesos rayos de energía. Twitter se llena de opiniones que comparto. Otra manera de encontrar reafirmación, supongo.
Y yo me aburro sin mayúsculas, así que me piro a Mesopotamia, un lugar de trinidades según la autora del único libro que leí sobre el tema. Parece que tiene razón, o buscaron pautas, o lo que sea. Ella escribe bien, sabe explicarse para ser profesora. Y sin resultar demasiado amena, lo que hace que todo suene más didáctico.
El cansancio aparece para desvestir la última palabra de esta noche. Me alejo del teclado antes de que sea aún más tarde.
Hasta mañana, imaginados.

Thursday, February 03, 2011

Momento

- ... a mí lo que me importa es el futuro de la empresa. - Le dijo al móvil mientras seguía rebuscando en el contenedor.