Planta Quinta

- ¿A dónde llevas eso?
- Es un cerebro lleno de cables.
- Eso ya lo veo, ¿Vas a tirar esa porquería?
- No, hombre, es para mi próximo proyecto.
- ¿?
- ¿Ves el ordenador del fondo?
- ¿El Z-500?
- No, el que está a la derecha, el nuevo.
- Sí.
- Dentro de él está contenida la mayor base de datos de algoritmos del mundo.
- ¿Algoritmos de qué?
- De todo. Aunque el grueso del registro lo forman emuladores de inteligencia humana. Demasiado simples, desde luego.
- Y piensas adelantar trabajo enchufándole un cerebro a la máquina.
- Algo parecido. Primero le enchufaré el cerebro, luego pasaré una corriente eléctrica a través de él y, si mis teorías son ciertas, se producirá una nueva organización en el disco duro de la máquina que la convertirá en algo... más humano.
- Ya ¿De dónde sacaste el cerebro, por cierto?
- Estaba tirado en el cuarto de escobas, fíjate la de roña que tiene, y eso que me tiré un buen rato quitándole el polvo con un trapo.
- ¿Por qué tiraría alguien un cerebro en el cuarto de las escobas?
- Yo qué sé. A lo mejor es porque no encontró el contenedor adecuado ¿Lo enchufamos o qué?
- Venga, que yo también tengo curiosidad.
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- Y ése era el último cable. Dale al botón verde de la corriente.
- No pasa nada.
- El ordenador tarda algo en arrancar.
- Mira, ahora.
- Parece como si estuviera moviendo archivos.
- ¿Está conectado a Internet?
- Vi "El cortador de césped", no estoy tan loco.
- Parece que escribe algo en la pantalla.
- Sí, va un poco lento.
- Pone "Quiero sexo"
- Coño, creo que lo he conseguido.
- Vivir para ver ¿Lo desenchufamos?
- No, hombre, vamos a dejarlo así hasta que lo vean todos.
- A ver lo que dicen los de la planta tercera.
- A ver...

Los invasores

Mañana. Intrusión desagradable en mi pequeño Universo.
Somos la evolución del nacionalismo, soy mi patria y todo lo demás es el agobiante extranjero.
1. Yo existo. Eso es seguro.
2. Tu existencia no la tengo tan clara, pero te veo.
3. Es difícil que me equivoque tanto, por lo que supongo que tú existes también.
4. No sé para qué existes.
No todo es asimilable al yo, porque me siento mal a veces y sólo puede deberse a una naturaleza impura o a lo que me rodea.
Está claro que no soy sólo una silueta recortada contra el Resto. Porque el Resto sea flexible o porque Yo haya aprendido a arañarlo.
Mañana entra gentuza en mi casa, voy a esconder todos los ordenadores, voy a hacer como el que nada posee y, aún así, sé que la gentuza buscará qué robarme.
El que nada tiene, nada teme del ladrón. El que nada tiene, nada importa. El Yo quiere que no existan otros entes alrededor suyo, pululando como moscas. Planeando desangrarle.
Porque así es la gentuza. Y yo no quería dejarles pasar.
Pero el agobiante gran "Otro" me fuerza.
Quiero ser mi patria y que os vayáis a tomar por culo.