Wednesday, November 08, 2006

Liza de las estrellas

El viento del norte arrastraba las hojas aquella tarde, y la niña entró corriendo en el pueblo, con los ojos llorosos por la emoción, gritando para que se oyera desde todas las casas de la aldea:
- ¡Ha vuelto! ¡Liza ha vuelto!
Y desde el herrero a los jovenes que tiraban chinos contra la pared, desde los ancianos que hablaban sobre el degenerar de los tiempos a los campesinos quejumbrosos de la mala cosecha, todos dejaron deberes y tareas para acudir a la plaza del pueblo.
La figura llegó minutos después, ya de lejos parecía que se tambaleaba un poco al andar, pues se apoyaba en un palo y, con todo, parecía estar a punto de caer, por lo que un par de mozos se adelantaron para auxiliar a la recién llegada y el resto se contuvo por poca capacidad de reacción, debida al nerviosismo.
Y cuando, con ayuda, Liza llegó al centro de la plaza, donde todos la miraron unos instantes en silencio, lo primero que dijo fue:
- Los demás se han quedado atrás. No sé qué fue de ellos.
Las madres se echaron a llorar, y los padres apretaron los puños con rabia. El pesar se extendió como una sombra, todos temían el resultado de aquella expedición. También era lo más previsible que se perdieran vidas.
- Sin embargo - prosiguió - las tengo.
Se distrajo con ello la atención, aún por breves momentos, de la tragedia. Liza metió la mano izquierda en un bolsillo de su sucio uniforme de exploradora. De él sacó una piedra, que brillaba desde dentro con un extraño esplendor azul, iluminando de manera sobrenatural la cara de los residentes de la aldea.
- Tenemos la primera palabra de agua. Nuestra raza está salvada.
La primera palabra, la que haría que

Continuará...

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Liza's return, proximamente en cines

11:42 AM  

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