Monday, October 02, 2006

Al portador

Exceso de aficiones, exceso de responsabilidades, falta de tiempo para la introspección, régimen de ensalada e ideas viejas. Todo se programa según el pulso del tiempo, cayendo como piezas que desaparecen cuando encajan. Mi vida es un tetris, con lo que me gusta el pasado.
Tengo que ponerle intención a unos personajes que tengo medio creados pero que necesitan, más que una historia, un modo. Pero con tanta velocidad y tanto cambio de órbita no hay quien respire. Raphael Lafferty, planchas de regalo con cada IPF, dos litros de agua al día. Necesidad de comprarme unas gafas sin cristales y ver en mis pies unas botas de piel de cocodrilo.
Mientras, a mi alrededor, la ruin comuna sigue vengándose en ajenos de ofensas recibidas por terceros no implicados. Mientras, imagino mis nuevas historias y me propongo una segunda oleada sobre los nascir. Y resucito todas las mañanas, con renovada hipocresía. Sabemos que nada es inmutable ¿Hasta qué punto lo comprendemos? "Nunca" es la mitad del nombre de un país. Me reía esta mañana pensando en escribir el relato de un cartameño que viaja a Venus y monta una tasca. Lo dejaremos para otra encarnación porque, a esta hora, me parece más de lo mismo. Y mañana volveré del sueño leve, mientras el cielo se despeja, reflejado en los cristales de mi Opel Farruquito.

1 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Hay una teoría sobre el aprovechamiento del tiempo que dice que primero debes llenar tu vaso de pepinillos, luego pones las piedrecitas, a continuación la arena, y finalmente el agua.

Empieza planificando por lo más importante, con lo menos importante rellena los huecos, y si sobra, sobrará lo menos importante.

Un saludo!

2:37 PM  

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