Sunday, November 26, 2006

Antimemoria

Por fin lo inventé - dije mientras atusaba mi largo y puntiagudo pelo verde - Jamás deberían volver a llamarme "loco" sin acompañar la palabra de "encantador", "impetuoso" u otros amortiguadores.
Señores (diría si hubiera alguien más en el lugar donde me hallo), he aquí la píldora que convierte a los desdichados y melancólicos vejetes en impetuosos aventureros, a los maníacos violadores en contables, a las mujeres en niñas y a las desapasionadas ardillas en agresivas bestias, bueno, esto último no es cierto, porque mi pastilla sólo es apta para consumo humano.
¡Y ni eso! Porque no todo el mundo está preparado para este cambio, ni aún deseándolo. Es el deseo de cambiar un cambio en sí mismo, podría correrse el riesgo de devolver a alguien a su estado potencial, de nuevo al inminente pasado. Me enrollo y me dificulto, para añadir más misterio a lo que mi ingenio ha dado al mundo:
- La pastilla de la antimemoria, señores del premio Nobel. No es para olvidar, es para idealizar. Porque mi invento no consiste en una lavativa cerebral, lo que mi producto ofrece es un cambio en la perspectiva.
¿Saben la dificultad que entraña?
- Chas, rebánale la cabeza a un perro, aplástala con un martillo, o devórala y tus ácidos gástricos acabarán rápidamente con el rostro de su dueño. Se disolverá en el humo. Borrar la memoria es fácil, pero darle al consumidor una sustancia química que, tomando esos mismos recuerdos, todo lo que ha sucedido en su existencia tal y como él lo vio y lo entendió, que los reagrupe u organice para que, lo que previamente llevaba al trauma ahora conduzca a la sed de triunfo... Guau, eso es la ostia.
- Hace tiempo que no me pongo un gorro amarillo y doy vueltas, pero hoy es una gran ocasión. Lo habrán adivinado, yo mismo tomé la pastilla, y es cierto que sucedió algo inesperado, pero no tan malo como puedan suponer. Oh, sí, estoy atrapado dentro de mi propio cerebro. Para los de fuera significará que la droga no funcionó en absoluto, que estoy en coma, casi muerto y sin razón médica aparente.
Y el producto de mis años vertiendo líquidos sobre probetas para que me siguieran concediendo subvenciones, buscando en realidad algo distinto a lo que el nombre de mi departamento sugería viajará por un desagüe si no consigo salir pronto de aquí. Por culpa de esos ignorantes.
Yo era un tipo extrovertido, anárquico y desprendido. La pastilla hizo que todos mis recuerdos pasaran a la perspectiva (Simulada por mi mente) de quienes fueron los testigos de mi vida. Así que no fue mi madre quien atropelló al perrito, yo la puse nerviosa gritando que quería una chocolatina. Y no me dejaste por otro, yo te manipulé para que te quedaras conmigo un poco más de tiempo del que hubiera sido razonable. Y he sido mucho más débil de lo que he querido aparentar.
Paranoias de ese estilo me han llevado a esto, ahora soy lo contrario de lo que era y estoy dentro de mí. Aporreo las paredes interiores de mi mente. Hago gárgaras con mis pensamientos.
Todas las ideas se pueden ver de abajo arriba, de arriba abajo.
Abro los ojos.
Dirán que estoy loco, siempre lo dicen...

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