Tuesday, August 29, 2006

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Érase que se era un Roberto fugaz, un destello negro, una flecha imparable por la Autovía que va de Nerja a Torre del Mar. Nada detenía la imparable máquina, el motor rugiente devoraba los lamentos de sus víctimas, apartados en su indecisión por el vehículo infernal, tras apurar las distancias y el hábil uso del intermitente.
Allá va el mastodonte de metal, divisa a lo lejos un par de obstáculos, apenas dos bultos, casi parados en mitad de la vía. El Astra de la muerte se aproxima a sus víctimas, y cuando está lo bastante cerca, de sus rugientes faros despide dos llamaradas. Dos segundos demasiado tarde se da la intrépida pantera cuenta de su error.
Y dos minutos después, con cara de no haber roto un plato y manos temblorosas, Robertito el bueno entrega la documentación a la policía. Sólo me va a costar 70 euros la broma, y por fortuna el policía se apiadó de mí y no me van a quitar puntos. Quedará, en todo caso, la multa guardada después de abonarla. Junto con el vaso en que bebí mi primer cartojal y el primer relato que escribí y conservo. Hubiera pagado mucho más por este certificado de virilidad que he recibido hoy. Tal y como conduzco, podrían haberme multado por exceso de velocidad o por conducir borracho, pero ha sido por echarle las luces a la poli. Qué subconsciente más macarra tengo.

3 Comments:

Anonymous Anonymous said...

jajaja, es como asaltar la Casa Blanca y que te multen por no pegar en la puerta antes de entrar!!

Al fin y al cabo has tenido suerte :P

1:24 PM  
Blogger Caminante said...

Te deberían haber quitado el carnet. Para que aprendas, ;D

2:52 AM  
Blogger Raepertum said...

Qué va tío, nada de vergüenza. Orgullo al comprobar que el sistema funciona y castiga a los malos. Como a Al Capone, al que metieron en la cárcel por evasión de impuestos, en vez de por asesinato, robo y extorsión.

11:43 AM  

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