Wednesday, August 09, 2006

15

Baltasar corría y pensaba, pensaba y corría. Haciéndose preguntas, sintiendo la presión, dándose razones para continuar mientras otra parte de sí mismo le aconsejaba que se detuviera.
¿Qué es la vida? ¿Es esto? ¿Una carrera? Yo siempre fui tranquilo, y aquí estoy, peleando con mis semejantes por llegar a una meta insegura ¿Cómo sé que la que tengo delante es la última parada? ¿Por qué tengo estas dudas? ¿Qué derecho tendría a dudar si, tal y como todos entienden, fuera natural correr? Pero ya estuve antes en estas situaciones, y tras la victoria y una breve recompensa ¿Qué queda? Pelear por el siguiente objetivo ¿Es ésta la genuina existencia? ¿La esencia, la naturaleza de todo es deportiva?
Qué confuso estoy, qué perdido me siento.
Pero sigo hacia delante, no me paro, directo, derecho, no permito que nada nuble el juicio, enturbie mi visión del objetivo o modifique mi pauta. Voy hacia allá, me dirijo irremisiblemente hacia ese lugar, sea cual sea. Y allí estará mi destino, o el principio de otra carrera, de otra lucha o de otra pérdida de tiempo.
No, yo no pensé nunca en esto como apropiado a mi naturaleza.
No, esto no tendría porqué ser así.
Caben las opciones, puede que no los atajos, pero seguro que existen las alternativas, aunque haya de enfrentarme al rostro de Dios. Aunque me arriesgue a estar equivocado. Lucharé, lucharé contra mi instinto. Ganaré cuando venza mis miedos.
Y quizá, algun día, todos sigan el camino que yo tracé, en lugar del que hoy nos imponen. Pero ¿No estaríamos volviendo a empezar? Me devora la culpa al pensar que, inventando la opción no hago sino dividir el corazón de la gente ¿No seré yo causa de enfrentamiento a partir de ahora? ¿A los conservadores contra los egoístas? ¿A los relativistas contra los religiosos?
Sólo conozco una manera de comprobarlo y creo que me he ganado el derecho.

Con cuatro cuerpos de ventaja, Baltasar sigue en cabeza. Dios, ese caballo corre como el demonio. Y aumenta la distancia con su inmediato seguidor, Bala de plata... pero, un momento, ¿Qué ha sucedido? Increíble, Baltasar, líder indiscutible de esta carrera y de lo que llevamos de campeonato acaba de parar en seco, lanzando al jockey por los aires. En todos mis años como comentarista no había cisto nada igual. Los servicios médicos se dirigen rápidamente a la pista, para atender al herido. El caballo está ahí, parado, casi inmóvil. Parace que Ramiro García, jockey de Baltasar no está herido de gravedad. Ha sido un milagro que los otros caballos no le hayan arrollado. Esto va a ser una muy mala noticia para quienes apostaron por el favorito.

Tres meses después, Snoopy, un cachorro de labrador, vaciaba su plato sin saber que estaba comiendo carne de un campeón de las carreras. Poco pasó desde entonces hasta que empezó a ver las cosas de otro modo y a relativizar sus prioridades.
- La vida no debería ser mecánica - Se decía a menudo.

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