Sunday, August 12, 2012

Desconcierto

En el momento de pensar es imposible distinguir entre la percepción y lo percibido. Ésta es la raíz del desconcierto. Intentamos conectar dos hechos y los forzamos a ir juntos, como dos piezas de puzzle que "casi encajan". Sólo hay que hacer un poco de fuerza, el resto ya lo tenías en la cabeza de todas formas. Así que encuentras y descartas factores sobre los que formar la idea, sin saber qué es lo que estás haciendo. Pensamos a través del pesimismo o de la esperanza, no se puede pensar simplemente. No existe pensamiento en el vacío,  no existe pensamiento aséptico ni libre de influencias sentimentales. Eso que llaman "darle vueltas a la cabeza" es como intentar salvar a la verdad tirándole piedras. Supongo que sigue siendo mejor que la duda. Donde hay duda inventamos para que deje de haberla.
Y cuando hay una comunidad estrecha entre dos personas, el efecto se multiplica. Expresas una idea impregnada de sentimiento y el sentimiento se puede contagiar. Puedes crear hechos sólo por esperártelos. Todo el problema que tienen los partidarios de teorías sobre el poder de la mente sobre el cuerpo es que encajan mal su sistema lógico. Lo hacen por encima, cuando deberían de ponerlo en medio, entre el corazón y la cabeza, siendo la mente un medio. Nada más.
Ellos suman el sentimiento a la inteligencia y le añaden unas manos que ni siquiera necesitan. Nos habríamos destruido hace tiempo si las tuvieran.
Los sentimientos pueden empujar a los pensamientos, pero no al revés. Por eso el dolor del corazón siempre parece que se expande, y todo lo demás va retrocediendo. Sentir demasiado puede llegar a comerse la personalidad de cualquiera, por fuerte que sea su constitución. La arrolla, la sobreescribe, la anula. Y se retroalimenta ese mecanismo por el que la que debería ser nuestra tabla de salvación se hunde en un mar embravecido.
Somos capaces de matar por habernos entendido mal y lo hacemos porque así lo quiere una parte de nosotros. Y llegar a ese lugar, foco de ideas mojadas por la lluvia, y limpiarlo es una necesidad para que dos palabras iguales no signifiquen algo distinto, para que haya tranquilidad y certeza. Para estar bien con quienes somos, con quienes son los demás y con lo que nos rodea.
Pero qué fácil es decirlo...

0 Comments:

Post a Comment

<< Home