Monday, March 05, 2007

Si el hombre es su contrario

Mi mano era salada y, al besarla,
de tanto cazar sapos en el río,
transportado por el escalofrío
me diluí en la droga acariciada.

Y, entre delirios de muertes y naufragios
huí, caballo rojo, a la cordillera
y conocí a las mujeres bandoleras
y me hice defensor de sus agravios.

Descansaba mi niñez en otros temas
distintos a los que tratan mis iguales
tan sumidos en delirios genitales,
yo tan sordo a la llamada del Sistema.

No queda corazón que me delate,
elegí no retornar de este camino.
Quizá luche por ti, quizá me llames
cuando necesites del Sapo Radiactivo.

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La raíz unidireccionada de la hierba que pisan mis pies
con su húmeda extensión concuerda
con que al ahora que al después antecede
se le llame causa causada de la semilla.

Y si la semilla nació carne de su familia
la podremos llamar especie y nos decimos
que la entidad nace de su propio ciclo
más ciclo que es causal desde la nada.

A la causa incausada del origen de la hierba aplastada
la llamaremos Dios durmiente bajo nuestra suela.
Moralmente imposible, sin embargo
y obligatorio más allá de lo relativo.

Dios está, como otras veces,
a la sombra de una explicación indefendible
con su lanza esterilizada apuñalando
el origen de ambas, entidad e idea.

Lo irracional, que es donde la razón nos lleva
es tan consolador como la probada creencia
de que un Universo de animales invisibles
separa nuestras miradas perdidas.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

¡Dios salve al Sapo Radioactivo!

Ah! y viva el ahora también

(Ves como sabes escribir sin meterte con los pobres negritos :P)

5:23 AM  
Blogger Glaurung said...

Comentaría algo acerca de lo que has escrito si me hubiera enterado de algo. ¡En fin! supongo que otra vez será, aún no he perdido la esperanza contigo.

11:07 AM  

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