Wednesday, May 09, 2007

Magic Mushrooms

Los había comprado un par de días antes, y hasta a mí me repugnaba un poco el aspecto que tenían, con esas manchas verdes cerca de la base, como de queso Roquefort. Los comimos por la noche y en ayunas (Como nos habían indicado), tres cada uno de nosotros.
A la media hora empiezo a sentir un mareo, como esperaba que el efecto tardara más en aparecer, lo atribuyo a la sugestión y al nerviosismo de experimentar una nueva droga. Pero al rato me doy cuenta de que no puede deberse a la sugestión, más que nada porque me estoy descojonando vivo de la cara de Dani, cosa que nunca antes me había pasado.
Ahí empecé con la etapa de la euforia, que fue la mejor y la que se me hizo más corta. De las tres personas que comimos, a Ravi no le hizo ningún efecto por lo que se convirtió, en el instante, en el blanco de lo que entonces me parecieron agudísimas observaciones.
De esa fase recuerdo lo siguiente:
- Que el suelo se movía.
- Que el cuarto de baño era un laberinto del que nadie podía salir, por lo que decidí encerrar allí al malvado Ravi quien, ante mi sorpresa, salió sin problemas de su prisión.
- Que Ravi era como Bruto, el hijo del César y que, antes de probar los hongos, se había comido uno de esos bocatas-récord americanos de dos metros sin que nos diéramos cuenta (Comer anula el efecto, por eso, al ver que él no estaba afectado, me lo imaginé en distintas ocasiones, poniéndose las botas)
- Que el compañero de cuarto de Fernando (A quien le regalé un pastel de Marihuana) estaba bailando en calzoncillos en alguna fuente de La Haya por culpa de la droga que yo le había dado.
- Que yo era el Joker y que, cuando me reía, la mandíbula se me desencajaba y se me salía del rostro.

Y otras cosas de las que no me acuerdo.

La segunda fase fue más aburrida, una especie de ciego cabrón y pedante, se me hizo más larga que la anterior pero también tuvo sus momentos. En dicha fase me quedaron claros los siguientes puntos:
- Yo era algún tipo de anticuario o relojero, un señor muy estirado.
- Trataba a todo el mundo de usted y con aire de superioridad.
- Todo el mundo estaba por debajo mía (Sé lo que estáis pensando, pues eso multiplicadlo por diez)
- Dani era un niño chico que necesitaba protección contra el malvado Ravi, diabólico, manipulador y cizañero (Lo que no hizo que me cayera mal, pero estaba claro quién era el enemigo)
- La moqueta era un mosaico de dragones que se movían comiéndose la cola (Creo que en esto fui sugestionado por Dani, que es quien quería ver los dragones)
- De mis dedos brotaban estelas. Cuando movía la mano, la imagen permanecía.

Y la tercera fase, reflexiva y extraña, como una tormenta de ideas dentro de mi cabeza y una sensación final positiva, una experiencia que espero saber aprovechar.

Y eso fue lo que sucedió. No se parece en nada a un ciego de alcohol ni mucho menos a uno de María (Que, tras otra experiencia en Amsterdam, no recomiendo a nadie) A los que estéis interesados en experimentar, deciros que lo hagáis sin miedos ni prejuicios. A las malas, los efectos se quitan comiendo y bebiendo zumo de naranja. Sé que fui el que mejor se lo pasó aquél día (Y el que, por tanto, menos se acuerda), por eso espero que el resto de la troupe complete mi versión de la historia.

Dui

5 Comments:

Anonymous Anonymous said...

Yo sólo tengo que decir que el Ravi es un cabrón tio, el Ravi ha comido tio... jejeje

Pues sí, la verdad es que la experiencia es cuanto menos interesante. Apoyo muy mucho lo de que yo era un niño pequeño.

Recuerdo muy bien tu parte de euforia, cuando nos reíamos a coro, luego ya sólo pasé a la fase de oir.

Y es verdad que la sensación de descontrol a mi me llegó a dar miedo, y te hace ver las cosas de forma diferente. Yo también me he puesto reflexivo a consecuencia de los magic mushrooms, si al final van a ser hasta recomendables...

:o)

12:56 PM  
Anonymous Anonymous said...

-Roberto, ¿vas a entrar al baño?
-No,no, pase usted.

-Roberto, ¿como baila la kinki police?
-Perdone pero no conozco a esas personas.

Je,je, me hicieron gracia estas respuestas y lo de "ya estas conspirando ¿no?". En mi defensa tengo que decir que me comí un simple sandwich tan minúsculo que ni me enteré y fue dos horas antes.

Puedo añadir que lo único que sentí al tomar esas setas fueron mareos y un estado de buen rollo, no sufrí ninguna alucinación. Bueno estaba alucinado con vuestro estado, nunca os vi reiros de esa forma,jeje.

Dui!!

Raul CR

1:45 AM  
Anonymous Anonymous said...

Oh, sieeelos, Leonsio.

Such a pity. Me pierdo las mejores. En fin, que es algo que hay que repetir cuando baje en julio. Por ende, iros informando de dónde conseguirlas en Málaga, je, je.

Por algún extraño motivo, en su fase estirada identifico a Roberto con un poema, creo que de Lorca, en que la luna estaba bailando y una niña la miraba y la luna era to arrogante con la niña y le decía que no le pisara el vestido. En fin, delirios míos; y eso que yo no consumo setas.

Dui.

2:11 AM  
Anonymous Anonymous said...

recuerdo esa poesia... pero creo k trataba de un niño que iva a morir ..en sus delirios se imaginaba a la luna de buen royito hasta k se va a las nubes kon ella cogido de la mano (muere el niño) y los gitanos empiezan a llorar... (romancero gitano)...

si a los champis estos se le llaman monguis (algo que escuche decirselo a carolina en su dia...) k son los mongolos?

ravi eres un cabron y no mereces que te miren a la cara... si yo hubiera estado alli hubiera tomado y no habrias salido en tu p..a vida del laberinto waterniano!! k lo sepas!! :P

dave como Dr.Strong

11:57 AM  
Anonymous Anonymous said...

y que graciosos estaban mis niños!y como los cuidaba!y qué poco se me reconoció¿verdad dani?a modo de resumen, yo destacaría: la risa posesa de dani, la pose altiva de roberto(nunca volveré a sentirme tan señora)y la entereza de ravi(tuve q delatarte chungoboy espero q me perdones)y que bueno que está el moscatel....

gracias fernando!que bien lo pasemos.....

12:50 PM  

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