Sunday, September 11, 2005

Desde que no nos vemos

Las cosas son más aburridas ahora, no tengo tantas ganas de hacer estupideces y cuando me emborracho me da por llorar. Sigo siendo el mismo perdedor de siempre pero con más barriga y peor destino. Me hacen mayor y he olvidado cómo se les paraban los pies a unos gilipollas que viven para parármelos a mí. Ya no tengo ganas de escuchar canciones de Aute, y no me río como antes cuando veo a un negro muriéndose de hambre por televisión. El otro día estuve a punto de sonreir con sinceridad. No tengo proyectos, ni esperanzas. Aunque hace poco he descubierto la comida india. Eras mi mejor amiga y te has largado cuando más te necesitaba. No te culpo sin embargo. So puta. Es sólo que no sé estar tan sólo. Y no tengo a quien pedirle ayuda. Porque nadie me comprendía como tú fingías hacerlo. No voy a coger el teléfono. Eres tan poco especial como las demás, pero no sé dónde encontrar otra como tú.
Me arrepiento de no haberte dicho antes lo que sentía, porque te hubiera pillado con la depre y, por pura conveniencia, no me habrías dejado. Y yo no tendría que mentir, y podríamos seguir siendo amigos. No diré que me decepcionaste. Te conozco demasiado bien. Esa es la única razón por la que ahora no me repugnas. Porque en su momento no me sorprendiste. Te quiero intensamente. Puede que no sepa dejar de hacerlo. Aun así, me molesta que mis decisiones las tomen otros, y la gente que se crece sangrando a los demás. Porque yo soy como ellos, acaso.
Hoy quiero vomitar mi tristeza. Pero Fuengirola está temporalmente cerrada. Y mis otros amigos de exámenes. Y no tomo otras drogas que ésas. Actualmente.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home