Wednesday, March 30, 2011

Capítulo 6: "Munroé" (Entrada)

*
Iré editando el post conforme lo vaya ampliando y moldeando.
*


Hay hombres capaces de salvar una generación del olvido. Hay voces cuyo sonido se extiende, en las dos direcciones del tiempo, agitando las ideas que le antecedieron y empujando las nuevas. Y por cada uno de estos hombres hay cien que no los entienden y mil que ni siquiera están dispuestos a intentarlo.
Munroé es uno de esos hombres.

Cúpula 6

Mucho antes de que el consejero Dalton extendiera a través de los canales intercúpula su inquietante mensaje, hubo un niño cultivando un jardín de preguntas. Su virtud no estaba tanto en interrogar sobre lo que le rodeaba (Después de todo, es lo que los niños hacen). Lo que lo significó fue que, mientras a su edad lo normal era preguntar sobre de dónde veníamos o porqué no se podían abrir las puertas-de-no-tocarás, él quería saber de dónde provenían ciertas palabras, o porqué la religión oficial asociaba a ciertas imágenes el origen del bien y del mal.
Si los que intentaron seguir su camino hubieran sido como aquél a quien admiraban, también podrían haberse hecho una pregunta, la que faltó por responder y podría haber cambiado lo que sucedió mucho después:
- ¿Cuál es la razón de su inteligencia?
En la escuela filosófica donde con más libertad se relativizaba el culto a la sombra se recuerda que alguien dio un intento de explicación, por lo que podemos presuponer que la pregunta previa existía. Pero ¿Por qué se atrevía a arrancar los cables de un canal de comunicación y experimentar con ellos? ¿Por qué no parecían coincidir sus explicaciones con las que daban los sabios que el consejo convocaba sobre cualquier materia? ¿Y por qué solía llevar razón? ¿Cómo hizo para pasar de ser un delegado con un cargo técnico secundario a convertirse en Canciller? Sin padres que lo pudieran elevar sobre sus propios medios y con fama de oponerse a las decisiones de sus superiores si no las creía justificadas.
La respuesta, bastante sencilla es infinitamente compleja: Munroé tiene el don de recordar sus sueños.
Esta es la historia de cómo un niño introdujo la palabra "materia" en nuestra lengua y sobre cómo, casi al final, descubrió lo que había tras la máscara del lobo.

--------------- EDIT

1 Comments:

Blogger la voz y la palabra said...

Me encanta esta historia. Me alegro cada vez que veo una entrada, y espero a la siguiente cada vez con más interés. Sigue con ella!

9:50 AM  

Post a Comment

<< Home