Huida

Si me engaño, no dejéis que me engañe. Hay tanta rabia y frustración en mí que podría canalizarse de cualquier modo, síntoma inequívoco de crisis es que la noche me tenga aquí escuchando The Corrs, como el adolescente que nunca fui.
Ahora tengo que partir, estirar el pie, retroceder para dar el salto. Ahora tengo que despellejarme y desistir, todo a un tiempo, porque hemos llegado a un punto de inflexión y la tormenta sólo se despejará con un grito que abra el cielo.
Han pasado muchas cosas, la mayor parte de ellas reales. La filosofía ya no funciona, ni aún aumentando la dosis. El autoanálisis ha demostrado ser insuficiente. Llevo sufriendo crisis parecidas a ésta desde que me conozco. La pregunta de si me hice o me hicieron es irrelevante a estas alturas.
Me repugna lo que leo, estoy asqueado del mundo, ya no hay manera de purgarse. He de huir, pero... ¿hacia dónde?