Monday, January 04, 2010

Para volver hay que marcharse primero

Me quedan ahora unas semanas de agobio, de lecturas apresuradas, de mal dormir, mal comer, ausencia de los amigos, indiferencia a los caprichos, semanas basura alrededor de unos exámenes que no me acercan a nada, porque ya está todo conseguido. Me quedan unas semanas de neurosis intensa, de añorar y esperar y estar muy sensible al mínimo cambio en la temperatura del aire que me rodea.
Estoy planeando un viaje a Japón como quien retorna a Ítaca, para que mi carne pueda por fin acompañar a mi espíritu. Me dicen que es un país serio y eso me temo, yo quería una broma excesiva con mujeres vestidas de mucama y ejecutivos tirándose desde los edificios con cara de estreñidos. Yo quería una discoteca llena de oportunidades y vagar hasta encontrar un lugar difícil para quedarme allí, haciendo lo mismo que hago aquí pero más caro.
Y, vagando como un fantasma sobre todo esto, la sensación, inasible pero intensa, de que se aproximan cambios en mi vida y de que no tendrán que estar necesariamente asociados a la decadencia. Estoy a punto de caer o de alzarme, o de ambas cosas al tiempo. Llevo unos meses cortando lazos, como si mi mente se adelantara a la brumosa crisis que depara el futuro. No tengo miedo, ya no soy conservador o este juego me aburre.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home