Sunday, August 10, 2008

Reflexiones éticas (Respuesta a todo ese jodido optimismo y fé en el ser humano que deploro)

Alguna vez y apenas sin pretenderlo, he conseguido una muesca de asco de un amigo o un familiar, que me mostraban con su rictus la repulsión moral provocada por algo que yo había dicho. Recuerdo sin demasiados detalles que una vez me hallaba en la cocina de casa de mis padres cuando dieron la noticia de que una riada, un terremoto o algun accidente natural análogo se había llevado por delante a un buen número de personas. Entonces hice un comentario que se tomo como una muestra de humor cruel:
- Así habrá más plazas de aparcamiento.
Cuando en realidad se trataba de una reflexión rápida sobre las consecuencias lógicas del hecho. El caso es que parece extendida hasta la vulgaridad la idea de que toda vida es sagrada. Esto es muy moderno, como las manifestaciones contra la guerra, que han perdido totalmente su connotación épica, para quedar reducidas a simples muestras de barbarie colectiva.
Pues bien, yo quiero afirmar, en consonancia con las repetidas muestras de reserva a este respecto que he dado ante cualquier situación que me permitiera desviarme del común parecer, que no creo, ni he llegado a creer nunca, que toda vida humana sea sagrada, tomada en general y sin hacer las debidas precisiones.
Normalmente, cuando se ha desafiado el susodicho principio, ha sido tomando por base algún ideal arcaico, de carácter étnico o, todo lo más, basado en la estratificación socio-económica que pervive en nuestras democracias liberales. Si yo fundamentara mis creencias en tales dislates, sería peor que un retrógrado, pero no es el caso. No creo en la superioridad de la raza aria, ni en la esterilidad cultural de la plebe, aunque nada me ofende más que la vulgaridad.
Mi criterio es, por tanto, ajeno a divisiones prefabricadas, pues yo únicamente estoy en contra de lo que ya está repetido.
Todos conocemos la existencia de los prototipos y su materialidad en el mundo real. Las masas divididas en tribus que se niegan a ser individuos, que no se atreven a crear sus propios valores y, por tanto, pierden para mí su status de seres humanos.
Reservo mi pasión, positiva o negativamente encauzada, hacia aquellos cuyas diferencias crean muescas en la roca de mi indiferencia, y algunas veces consiguen erosionar en su superficie algo parecido a un laberinto.
A los otros, que se escudan en su tendencia, y hacen burla de la diferencia a la que no fueron llamados por su naturaleza inferior, a esos les deseo que desaparezcan sin funeral, ni minuto para el recuerdo.
Vosotros, peste de humanos, que hacen siempre la misma observación ante la misma situación, que no tienen memoria de sus ridículos, ni conciencia de su banalidad y tropiezan un millón de veces con la misma piedra: Os quiero ver muy muertos, quizá algo diferente surja de vuestras cenizas, pero no importará demasiado. Al menos ya no me estorbaréis.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

gracias a dios y al destino, no se te ha ocurrido nacer en otra época, posición, gracias a dios has tenido amigos sensatos y pacientes y gracias a los ángeles,tú nunca serás quien realmente decida los criterios de un exterminio importante, aunque pareces tener ideas interesantes en temas de clonación...y eso, ya sabes, me interesa mucho más...

12:23 AM  
Blogger Raepertum said...

Quiero que otros le prendan fuego al bosque...

pero en mi nombre.

9:58 AM  

Post a Comment

<< Home